Como adultos, y con la mejor de nuestras intenciones, queremos transmitirles a nuestros hij@s una serie de valores, pero es importante saber que:
- Los niños y niñas pequeños no comparten porque no tienen la madurez suficiente para hacerlo.
- Los niños y niñas pequeños interpretan la situación desde su punto de vista. Saben lo que quieren, lo que les interesa, pero no entienden que otro niñ@ también pueda quererlo. Y no consiste en que se lo expliquemos, este proceso no puede hacerlo su cerebro (todavía). No comprenden todavía lo que es la empatía, el ser capaces de ponerse en el punto de vista del otro.
- Los niños y niñas pequeños no entienden como nosotros el concepto de propiedad:
me interesa = es "mío"
me gusta = es "mío"
Esto no implica que no hagamos nada; expresamos límites, los acompañamos, validamos sus deseos...
- Los niños y niñas pequeños no entienden el tiempo como lo hacemos nosotros. Viven el presente. Por eso no entienden a qué nos referimos cuando les decimos "luego te lo devuelve", "es solo un ratito", "mañana te lo prestará a ti"...
- Los niños y niñas pequeños necesitan poseer antes que compartir. Que puedan usar los objetos propios con calma, sentir lo que es "suyo". Los procesos de maduración emocional no se pueden acelerar (sin que haya consecuencias negativas).
- Los niños y niñas pequeños al principio no juegan entre ell@s. Esto se conoce como juego "en paralelo", comparten espacio, pero cada uno está centrado en su propio juego. Y aunque hay pequeños acercamientos, el juego en el que se comparten los juguetes con placer, suele aparecer más allá de los 3 años.
Y aunque hace falta cierta madurez en el desarrollo para que puedan compartir, forzarlo no es el camino.
No olvidemos que niñas y niños pequeños aprenden de nuestro ejemplo. ¿Nos ven compartir nuestras cosas con otras personas regularmente?
Así, cuando su desarrollo emocional ya esté preparado para ello, habrán absorbido de su entorno cercano cómo hacerlo.
(Laura Estremera)
ALBA
AULA 2-3 AÑOS